La selección de tu vivienda implica la calidad de vida que manejarás tu y tu familia. Una propiedad “hermosa” debe cumplir con muchos requisitos que no competen únicamente al plano estético, al contrario, su funcionalidad debe prevalecer ante cualquier otro detalle.

No descuides los siguientes factores:

Tu tranquilidad financiera.-  Una vivienda adquirida de acuerdo a tus posibilidades financieras te permitirá tener una vida pasible y disfrutarla día a día. Es mejor sacrificar unos cuantos metros cuadrados y vivir con las cuentas sin números rojos.

Conviértete en inversionista.-  Si bien puedes buscar un buen inmueble que se ajuste a tus gustos y necesidades, piensa en posibles eventualidades: ¿Debes venderla en alguna emergencia? Tu propiedad debe ser un producto atractivo no solamente para ti, sino para el mercado. Un producto muy particular puede ser difícil de vender en momento inesperado.

Revisa un cuadro de pros y contras.- Nada más simple y beneficioso que tener claro todo lo que te gusta, y disgusta, de tu posible compra. Llegado el momento, no habrá quejas y arrepentimientos pues seleccionaste una propiedad a consciencia.

Flujos futuros en mejoras.- ¿Te has decidido por un bien usado? ¿Esto implica arreglos en espacios defectuosos? ¿Te gusta una propiedad por estrenar? ¿Cuál será el monto por desembolsar en acabados finales?

Pre aprobación de crédito.- Te aconsejamos tener muy en claro tu capacidad de endeudamiento. No hay actividad más desgastante que el visitar opciones y decirte al final del día que es una propiedad fuera de presupuesto. Agenda visitas a propiedades cuyo valor está en tu rango permitido.

Incentivamos la inversión inmobiliaria, tu dinero muy probablemente crecerá en un bien seguro. La clave de todo el proceso es ajustar tus ambiciones a tu presupuesto. En Quito y de manera general, encontrarás muchas opciones en cada rango de precios: paciencia y tiempo es lo que necesitas.