Mudanza con niños
Febrero 23 de 2022Una mudanza, por concepto, nos genera emociones diversas, muchas de ellas positivas, pero también aquellas relacionadas con la angustia, miedo, expectativa y algunas otras.
Como adultos, sabremos manejarlas (y sobrellevarlas) como mejor podamos. Sin embargo, los niños no siempre entenderán lo que sucede y nuestro rol de adulto debe prevalecer durante todo el proceso.
A partir de los cuatro o cinco años, los niños son más conscientes de lo que ocurre en su entorno (sin por eso descuidar a los más pequeños). Sus padres han tomado decisiones tan importantes como abandonar un hogar por otro, para ellos, es imprescindible entender el por qué de dicha decisión.
Toma en cuenta que:
- Una actitud positiva y alegre es contagiosa. Aunque cueste esconder el estrés del cambio, los niños agradecerán una transición en risas y buena comunicación.
- ¡Los niños están alerta a todo cambio! No escatimemos en explicaciones con respecto al POR QUÉ de una mudanza.
- Adelantar el nuevo lugar con dibujos o información que podamos encontrar en redes será positivo para nuestra familia. Si la distancia física nos impide llevarlos “antes de”, tratemos, en lo posible, de no hacer del nuevo lugar, una sorpresa.
- Los niños en edad escolar experimentan muchas emociones al cambiar de casa, y con esto cambiar de escuela. Muchos de ellos se adaptarán con facilidad y otros no. Acompaña durante todo el proceso y no dudes en buscar ayuda profesional si percibes una adaptación complicada.
- Antes de optar por una u otra opción inmobiliaria, habrás analizado los lugares de atracción para tu familia a sus alrededores. No dudes en visitarlos junto a los tuyos. Trata de impactar con lo positivo del cambio.
- Implica a tus hijos en la adecuación de tu nuevo hogar. Hacerlos protagonistas del cambio les hará aceptarlo más fácilmente.
- Tenemos claro que muy probablemente uno que otro objeto quedará olvidado o extraviado en el cambio, con el cuidado de que no sean los objetos más preciados de tus pequeños.
En pocas palabras, una mudanza debe ser planificada, conversada y aceptada. Te recomendamos darle la importancia que merece, pensando en la salud emocional de tu familia, en especial de los pequeños del hogar.