No descuides ni un solo detalle de tu presupuesto. Cada dólar ganado debe ser cuidado.

Podemos no siempre tener presente que:

1.- Las tarjetas de crédito nos ayudan en situaciones concretas, pero no reemplazan el dinero que disponemos. Aprendamos a utilizarlo como una herramienta administrativa, más no como un medio para alcanzar un fin.

2.- Parecería una tarea tediosa, pero pronto puede convertirse en rutina: llevar una contabilidad de cada gasto. En poco tiempo podrás evaluar si tu rutina de gasto está mal llevada.

3.- Cada centavo acumulado llegará en su momento a convertirse en dólar. Si priorizas gastos innecesarios, difícilmente lograrás un fondo de ahorro.

4.- No caigas en el error de no tener un fondo que pueda sacarte de situaciones emergentes y hasta dolorosas. Puedes acumular un ahorro que te aseguramos, será de gran utilidad en el momento menos esperado.