¿Piensas en una remodelación?

Que nuestra vivienda sea relativamente reciente o tenga muchos años de construcción, no faltan los deseos de cambiar ambientes, mejorar rincones, agregar comodidades. Toda decisión debe ser pensada y calculada.

1.- ¿Antes de tomar la decisión sobre el remodelar o no un espacio o vivienda entera, tienes claro el presupuesto con el que cuentas? Considera además que usualmente los presupuestos tienen tendencia a aumentar conforme avanzan los trabajos por imprevistos (contempla un 15% o 20% de margen al alza en tus gastos).

2.- Acércate a los negocios en persona: verifica, constata, confirma, compara y toca materiales, texturas y modelos. Una es la realidad que tenemos de manera virtual a través de redes, propagandas, páginas web, etc, otra es aquella que constatamos cuando nos acercamos a conversar con los vendedores y sus propuestas.

3.- ¿Has pensado contratar a empresas especializadas o piensas trabajar por tu cuenta? Cada opción tiene sus ventajas y desventajas. Nuevamente analiza presupuestos y disponibilidad de tiempos. El tiempo “vale oro”.

4.- Piensa en los riesgos de emprender un gasto si el dinero está sujeto a factores externos (trabajo, préstamos, ayuda familiar, etc). Analiza el riesgo, idealmente tus trabajos deben ser realizados con fondos listos y propios. Si no es el caso, minimiza las posibilidades de fracaso en tus ingresos futuros.